La práctica.

La práctica del Aikido comienza en el momento que se entra en el Dojo. Los practicantes deben esforzarse para observar siempre la etiqueta apropiada. Es correcto saludar al entrar y al salir del Dojo, y al subir y bajar del tatami. Aproximadamente 3-5 minutos antes del comienzo oficial de la clase, los practicantes deben alinearse y sentarse tranquilamente y en silencio, en posición seiza (manera de sentarse tradicional del Japón) o con las piernas cruzadas.

La única manera de mejorar en Aikido es con el entrenamiento regular y continuo. La asistencia no es obligatoria, pero hay que tener presente que para perfeccionarse en Aikido, probablemente se deba practicar por lo menos dos veces por semana. Además, en cuanto el Aikido proporciona una manera de cultivar autodisciplina. Tal autodisciplina comienza con la asistencia regular a la práctica.

Su entrenamiento es su propia responsabilidad. Nadie va a tomarle por la mano y a llevarlo a ser habilidoso en Aikido. Particularmente, no es la responsabilidad del instructor o de los estudiantes mayores asegurarse que el practicante aprenda algo. Parte del entrenamiento del Aikido está en ir aprendiendo observar con eficacia. Antes de pedir ayuda, por lo tanto, el practicante debe ria primero intentar realizar las técnicas mirando a otros.

El entrenamiento y práctica del Aikido abarca más que las técnicas; incluye la observación y la modificación de patrones físicos y psicológicos del pensamiento y del comportamiento. Particularmente, se debe prestarle atención a la manera en que se reacciona a variadas circunstancias. Por tanto, parte del entrenamiento en Aikido es el estudio del auto-conocimiento.

El siguiente punto es muy importante: la práctica del Aikido es cooperativa y no competitiva. Las técnicas son aprendidas a través del entrenamiento con un compañero/a, no con un oponente, agresor o enemigo. Usted debe tener siempre cuidado de practicar de una manera tal, que adecue la velocidad y la energía de su técnica de acuerdo con las capacidades de su compañero/a. Él, o ella, le está prestando su cuerpo para que usted practique – se espera que sea cuidadoso con lo que le ha sido prestado.

El entrenamiento del Aikido puede ser algunas veces muy frustrante. Aprender a lidiar con esta frustración es también una parte de entrenamiento del Aikido. Los practicantes necesitan observarse interiormente para determinar la raíz de su frustración y descontento con su progreso. La causa es, a veces, una tendencia a compararse demasiado con los demás practicantes. Notar que ésta es sí misma una forma de competición. Es correcto admirar los talentos de los otros y a esforzarse por emularlos, pero debe cuidarse de no permitir que las comparaciones con los otros fomenten el resentimiento, o la autocrítica excesiva.

Si durante la práctica del Aikido se llega a sentirse demasiado cansado como para continuar, o si una lesión le impide realizar cierto movimiento o técnica del Aikido, se permite salir temporalmente de la práctica hasta que se sienta capaz de continuar. Si se debe abandonar el tatami, se pide permiso al instructor.

Aunque el Aikido se aprenda mejor con un compañero/a, hay algunas maneras para entrenarse a solas. Primeramente, uno puede practicar las formas (katas) a solas con un bo, jo o boken. En segundo lugar, uno puede realizar las técnicas y los movimientos del Aikido con un compañero/a imaginario. Incluso el ensayo puramente mental de las técnicas del Aikido puede servir como forma eficaz de entrenamiento a solas.